Salgo a caminar. Salí hace un rato del laburo.
Pateo un largo tiempo, sin un pensamiento en particular.
Paso por el kiosko de revistas, saludo, me compro el diario, un cómic y 2 revistas.
Llego a casa. Desarmo los paquetes, leo muy por arriba todo, no sé porqué, es una manía.
Estoy en eso cuando me llega un mensaje tuyo.
Algo sobre no-sé-qué-película, y no-sé-qué-comida, soo let's smoke a joint, y, bueno, en 30' estoy allá.¿Te paso a buscar? Dale, pero a 39, así no me joden.
Y volar en la moto, agarrar caminos a tu casa que no lo son, son en realidad una excusa para poder volar más lejos, o durante más tiempo.
Llegar, tirarme en la hamaca y mirar por laventanavistacomercial, como le decís vos, mirarte, como reclamando lo obvio, y vos revisando el bolso billacool para ver qué tengo guardado, dejáte de joder con eso, a veces pienso que soy tu mamá. (Jijijiji)
Me destartalás la revista, al tiempo que la criticás diciendo lo antiVos que es esta porquería, ¿Porqué la comprás?
Yo que sé, pendejada mía, lo que sea, ¡Pero si son 200 páginas de propaganda! No me rompas, che...
Se cae una especie de postal-propaganda, (Tenés razón, es una mierda la revista, pero qué carajo, ¡Es MI plata!) de un perfume. (Oh, ¿Casualidad? ¿Causalidad? Es mi perfume actual) La levantás, y te digo: ¡Mi perfume favorito!
Te reís, y ahí me doy cuenta que ya estabas smoking the faso, fumando tu joint, me lo pasás, y digo: ¿Qué?
¿Quién es tu persona favorita?
No sé, no creo tener una.
Jajajajaja, MI persona favorita, sos vos.
Tarado, eso lo sacaste de Kill Bill, si serás ñoño...
No importa, sos... Interesante, sos mi persona favorita.
Ayer miraba Kill Bill, y me acordé que
para alguien
(Uno solo)
Soy la favorita.
No importante,
sino la más.
Y que lindo
sentirse así,
querida, apreciada,
casi genial e interesante.
Por un rato, aunque sea.
la mayoría de veces vivo en un cuaderno, a veces salgo a dibujar.
quisiera poder hablar y la mayoría de veces no me sale.
sábado, 19 de noviembre de 2011
Obsevatorio
Salgo de la ducha, y me miro al espejo.
(Veo veo, ¿Qué ves?)
Me armo y me desarmo de múltiples maneras, casi nunca terminando de ver.
(Una cosa, ¿Qué cosa?)
Paso al espejo de cara, (odio la palabra rostro) donde la acción es más grandiosa y troquelada.
(Maravillosa, ¿De qué color?)
De repente, el espejo se ríe de mi, me hace burla, y mi reflejo se va.
(Gris!)
(Veo veo, ¿Qué ves?)
Me armo y me desarmo de múltiples maneras, casi nunca terminando de ver.
(Una cosa, ¿Qué cosa?)
Paso al espejo de cara, (odio la palabra rostro) donde la acción es más grandiosa y troquelada.
(Maravillosa, ¿De qué color?)
De repente, el espejo se ríe de mi, me hace burla, y mi reflejo se va.
(Gris!)
viernes, 18 de noviembre de 2011
Incoherente Indecencia
Cada vez
Cadaveres
Repito
Repito
Repito
Re pito
Re
Pito.
Viste cuando repetís algo hasta que pierde el sentido inicial?
sábado, 12 de noviembre de 2011
Memorándum II
Ayer mientras miraba una peli me acordaba de algunas de las caras que ponías (¿o seguís poniendo?).
Simplemente me hizo reír. Las condiciones igual estaban dadas, así que aproveché y me reí con muchísimas ganas. Muchas.
Fue genial, y simple. Verdadero.
¿Te acordás cuando me llevaste hasta Camet en la bicla? Jajaja, así me reí anoche. Hacía mucho que no me desarmaba de esa forma. Me acuerdo que por la costa pasamos dos perros iguales, con la mancha negra en el ojo, no sé porqué, te causo gracia mi reacción al querer bajar y acariciarlos un rato. Pero te sumaste, y nos siguieron hasta la pseudo-laguna a la que íbamos.
Me acuerdo que me daba cosa dejarlos solos, hasta que se cansaron de seguirnos camino a tu casa, y yo miraba como se alejaban mientras en realidad nosotros nos alejábamos.
Me acuerdo también de que me ibas haciendo cosquillas, y casi casi nos pisa un fitito, lo cual me hizo reír aún más.
No sé si te acordarás, pero como yo me acuerdo de casi todo, y lo quiero compartir, porque ya no está tu bici para recordártelo, ni las películas juntos, ni la música de fondo en nuestras charlas inmortales, ni tampoco los perros, pero te lo cuento para que veas que me acuerdo de esas cosas con las que me hacías feliz.
Simplemente me hizo reír. Las condiciones igual estaban dadas, así que aproveché y me reí con muchísimas ganas. Muchas.
Fue genial, y simple. Verdadero.
¿Te acordás cuando me llevaste hasta Camet en la bicla? Jajaja, así me reí anoche. Hacía mucho que no me desarmaba de esa forma. Me acuerdo que por la costa pasamos dos perros iguales, con la mancha negra en el ojo, no sé porqué, te causo gracia mi reacción al querer bajar y acariciarlos un rato. Pero te sumaste, y nos siguieron hasta la pseudo-laguna a la que íbamos.
Me acuerdo que me daba cosa dejarlos solos, hasta que se cansaron de seguirnos camino a tu casa, y yo miraba como se alejaban mientras en realidad nosotros nos alejábamos.
Me acuerdo también de que me ibas haciendo cosquillas, y casi casi nos pisa un fitito, lo cual me hizo reír aún más.
No sé si te acordarás, pero como yo me acuerdo de casi todo, y lo quiero compartir, porque ya no está tu bici para recordártelo, ni las películas juntos, ni la música de fondo en nuestras charlas inmortales, ni tampoco los perros, pero te lo cuento para que veas que me acuerdo de esas cosas con las que me hacías feliz.
Soporífero
Estoy cansada de todo.
Me molesta ver a la gente indiferente de todo lo que pasa y les pasa. Careteándola todo el tiempo, a fuerza de caretearla, nomás.
Buscando realizar sus fantasías patéticas a cualquier costo, y ese costo es su ceguera.
No ven a nadie más, solo a ellos mismos, y a sus estúpidos y egoístas sueños.
Estoy cansada de tener que laburar para que otro gil se lleve la porción más grande de esta torta.
Estoy cansada de tener que laburar para poder mantenerme, sino afuera, colgada con las uñas de los bordes del sistema, que amenaza con tragarme y escupir los restos.
Estoy cansada de tener que dejarle esto a los que vienen atrás.
Estoy triste.
Pensé que si lo escribía me iba a sentir menos sola, menos aislada, más cerca de los demás.
Es a veces demasiado terrible y obvio.
Muy doloroso.
Muy real.
Muy cotidiano.
Me molesta ver a la gente indiferente de todo lo que pasa y les pasa. Careteándola todo el tiempo, a fuerza de caretearla, nomás.
Buscando realizar sus fantasías patéticas a cualquier costo, y ese costo es su ceguera.
No ven a nadie más, solo a ellos mismos, y a sus estúpidos y egoístas sueños.
Estoy cansada de tener que laburar para que otro gil se lleve la porción más grande de esta torta.
Estoy cansada de tener que laburar para poder mantenerme, sino afuera, colgada con las uñas de los bordes del sistema, que amenaza con tragarme y escupir los restos.
Estoy cansada de tener que dejarle esto a los que vienen atrás.
Estoy triste.
Pensé que si lo escribía me iba a sentir menos sola, menos aislada, más cerca de los demás.
Es a veces demasiado terrible y obvio.
Muy doloroso.
Muy real.
Muy cotidiano.
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