la mayoría de veces vivo en un cuaderno, a veces salgo a dibujar.
quisiera poder hablar y la mayoría de veces no me sale.

sábado, 9 de marzo de 2013

I don't really want to stop the show II


Me niego a aceptar un destino que no te incluya. Para siempre.
Ésa es mi rebeldía de hoy.

No puedo concebir mi día (el resto de) sin pensarte constantemente. Y me niego a intentarlo siquiera, sería eliminar parte importantísima de mí.

Aunque lo diario ya no exista, no sea parte de nosotros. Soy testaruda, (lo sabés) lo seguiré intentando.

I don't really want to stop the show


Que raro. Una vez más, concentrándome  en las mil limitaciones. En ese asunto nunca nadie pudo ayudarme.
El pesimismo-fantasioso arraigado desde la cuna.

Pero por una vez voy a realmente creerme lo que pretendía creerme.
Sé que puedo estar sin estar ahí.


Si los demás pueden, ¿Por qué no yo?

lunes, 4 de marzo de 2013

Impossible is nothing?



Despertar de este sueño diurno va a ser difícil. Y es que me encanta fantasear. Ése es (fue, y seguro será) mi gran problema. Pero pienso que hay demasiadas cosas que propician mi intención. O es una cuestión cultural que me atañe culturalmente y no a él. Pero las letras siempre dicen algo. O por lo menos yo así las pensaba.

Algunas son demasiado… eso significaría que él es tanto como yo. Así que no. No creo. Es IMPOSIBLE. Quiero dejar de buscar (y de encontrar).


Pero justo…


Y a la vez, no hay nada más imposible que esto. Este tipo de relaciones no van. No van. Impossible. Aparte las diferencias generacionales, las horarias… Sería un problema tener que

¿Pero para qué lo pienso siquiera? ¡Si acabo de decir que es IMPOSIBLE!

Es solo un chico

que le gusta la misma música
películas


y es gracioso
lindo   -- y su voz.




Fuck.

Es imposible.




domingo, 24 de febrero de 2013

Bajan


Y es que es horrible no poder decirle NO.

Es llegar, ver el cartelito rojo y rogar que sea. Please.

Pero necesitás despegar. Hay que hacerlo. Cambiar, alejarte para –eventualmente- estar más cerca.
Los días enteros son pocos. Y no hay forma de pensar que esto no es sano. Dormir cuatro o cinco horas diarias ya no suena a disparate. Porque si soy... vos sos el Sol.
(despacio también podés ser…)
Así de necesario. Como un buen café o té a la mañana.



¿Y si no hay cartelito rojo? O peor aún: ¿si hay cartelito rojo, pero no el esperado? OH MY – Agarrate Catalina. La vertiginosa carrera que había corrido esa especie de gritito de victoria queda en medio de la garganta. Lo que hasta hace un momento era una felicidad incontrolable se desbanda, pero ya no en forma de alegría, sino en fastidio.
De repente todo lo que hiciste en el día no valió la pena.



Pero ¡no!

Pensar positivo. Excusar. Tal vez fue un día difícil. Tal vez. Por ahí. Quizá. 
La mente se llena de todos los condicionales posibles y empieza a salir humo de la cabeza de tantas probabilidades barajadas en sólo un minuto.
Abrir igual, ¿lo habrá leído? Esperar. No caer en la tentación. No ser taaan cargosa.


De repente tururúm. Emoción. Salta una ventanita. Y compartís conmigo un poco más de vos. Sé lo que cuesta. 
Acá es igual.
Y ahora sí… Ser feliz se nos es permitido.
-Adelante, tiene permiso para reírse (incluso a carcajada limpia, aunque quede como un idiota frente a toda su familia) y, si se atreve, a levantar los brazos en clara señal de triunfo.


Empezar una eterna charla que deseás que lo fuera, pero no: el Sol sale como todos los días, implacable. Hay que disfrutar entonces lo que la Luna nos ofrece en complicidad.
Llegar, incluso, a compartir el sueño a través de las pantallas.

Hastamañana.



Pero no quiero estar todoeltiempo. Es como agobiarme a mí misma, aunque jamás me digas nada. Odiaría que la cotidianeidad castre esto también. Debería intentar dejarlo.


Pero simplemente no puedo decir no.

jueves, 17 de enero de 2013

Hello stranger...






¿Será que podemos lograr las proposiciones propias?
Estaría genial no saber lo que es ser adulto.
Llegaste mágica - (y strangely) mente.





YOU WERE CONNECTED TO A TOTAL RANDOM STRANGER.
START TO CHAT!


Hello… Jenny?
Hello stranger.


RANDOM.
RANDOM.
RAN
DOM.

Y pasaron días. Semanas.
Y todos los días.
Y ese viaje empieza a tener sentido.
Y sonreís más seguido. Y está. Y se preocupa.
Está. Lejos, pero está.


Cambian las canciones, su sentido.
Cambia lo que lees, lo que sos. Cómo te ves y te pensás. Cómo pensás al otro.




Como una oda a la adicción.


miércoles, 9 de enero de 2013

Musicalizando músicas


Es escuchar a un pobre tipo cantar (con la cara más triste y deprimente del mundo) que now my (his) heart is full – y cagarte de risa.

Es darte cuenta que ahora las canciones no significan lo mismo, para bien o para mal, porque ahora este spaghetti te lo tenés comer, y además decir gracias.

Es pensar que antes Hello Goodbye era solo para describir un pequeño desencuentro, y ahora el desencuentro está en una diferencia horaria que dan ganas de llorar.

Es ver a alguien que (de nuevo, mágicamente) se toma su tiempo. Pero la distancia.

Es encontrar una motivación, que te la arranquen y la caguen a trompadas entre cinco. Pero seguir tirando.

Es estar  un domingo quebrada, terriblemente en pedazos y que alguien te diga hold on to your friends, mirar alrededor, ver el desastre que es el naufragio y contestar what you mean?



Y la misma soledad del otro lado.


Es darse cuenta que estás desparramado, diseminado y con la urgencia de rearmarse y encontrar tierra firme. Rasguñar la arena. Tener que hacerlo. Ya no se puede más. Y empezar a creer que ya está.

Cortar sogas, cabezas de hidras y demases y seguir.