me despido de este blog, nos leeremos en otros
o en cuadernos
o en sueños.
un abrazo gigante.
la mayoría de veces vivo en un cuaderno, a veces salgo a dibujar.
quisiera poder hablar y la mayoría de veces no me sale.
domingo, 8 de junio de 2014
martes, 27 de mayo de 2014
dig a pony
Por esta canción conocí a S. O algo así. Digamos que fue un reencuentro.
En realidad nos conocimos una noche en Omegle con dos gustos en común: 4chan y los Bitles. Charlamos hasta altas horas del mediodía como corresponde con todo desconocido y después de pensar y repensar nos pasamos los usuarios de skype y nos despedimos.
Al otro día (o ese día más tarde) entré a un foro en el cual participaba donde discutíamos idioteces en general y sobre música en particular. Uno de los 'pibes' puso como centro de la charla este tema y se armó un hermoso quilombo de interpretaciones varias. Yo me mantenía al margen porque no tenía ganas de pelear ese día pero los observaba atenta.
La mayoría apoyaba la versión de un Lennon diciendo que en realidad eran palabras sueltas que a veces quedaba bien y a veces no. Los otros encontraron el significado a cada una de los versos, algunas interpretaciones más que apretadas. No creo tener que agregar que en ese foro la adulta responsable era yo con 19 años así que las peleas eran más bien frecuentes y poco argumentativas.
En eso estaba cuando un pibe insulta a ambos bandos, los acusa de 'pobres descerebrados' y alega tener LA interpretación de la canción.
Dicha soberbia no pudo llamar más mi atención y comenzamos a discutir sobre quien era el más cuadrado de los dos hasta que nos obligaron a exponer nuestras interpretaciones.
Él dijo que era un poco de ambas, y era cierto. No recuerdo textualmente cómo lo dijo y perdí esos archivos hace un tiempo, pero básicamente 'Lennon tiró palabras sueltas, sí, pero el inconsciente nunca deja de funcionar y por lo tanto hay frases con un sentido definido a las cuales no hace falta más que leerlas para poder saber qué pretenden'.
O algo así, muy parecido y bastante más soberbio. Obvio que se lo hice notar y en parte la bronca era que ese pendejo soberbio tenía un poco de razón pero como siempre le dije, él (y los demás mosqueteros) vive en un jueves racionalista constante.
I dig a pony
Well you can celebrate anything you want
Yes you can celebrate anything you want
Ooh
I do a road hog
Well you can penetrate any place you go
Yes you can penetrate any place you go
I told you so
All I want is you
Everything has got to be just like you want it to
Because-
I pick a moon dog
Well you can radiate everything you are
Yes you can radiate everything you are
Oh now
I roll a stoney
Well you can imitate everyone you know
Yes you can imitate everyone you know
I told you so
All I want is you
Everything has got to be just like you want it to
Because-
I feel the wind blow
Well you can indicate everything you see
Yes you can indicate anything you see
Oh now
I load a lorry
Well you can syndicate any boat you row
Yeah you can syndicate any boat you row
I told you so
All I want is you
Everything has got to be just like you want it to
Because-
A ver, el inconsciente no solo es matemática. ¿No es nosotros? sí, ¿no?
Entonces que en medio de todas esas palabras sueltas que eligen perros de la luna o enrollan piedras no puede ser casualidad que lo único que se quiera es a vos. No es azar, es un grito bien fuerte en medio de ese caos.
Lo único que quiero es a vos.
Todo tiene que ser como vos lo quieras
porque
No hay un por qué, no se necesita. Es claro, está ahí, en el medio de los sinsentidos querer es lo único que viene una y otra vez a nosotros.
Una y otra vez.
Algo así intenté explicarle en un inglés tan o más mediocre que el que esgrimo ahora.
Que baste decir que luego de algunos insultos logramos ponernos de acuerdo y charlar sobre cosas menos sensibles que las interpretaciones de canciones (tema áspero si los hay) y cuando decidimos que podíamos mantenernos en contacto fuera del foro me atraganté con el café cuando ví que era el mismo pibe de la noche anterior en Omegle. Era S.
Desde ese entonces somos amigos virtuales por correspondencia y debo decir que es de los mejores que he tenido y aún hoy en día, casi cuatro años después, seguimos siendo amigos.
Cada tanto recordamos las causalidades de ese día y siempre me pregunta entre risas si ya le entré a algún pony.
jamás le respondo.
Cada tanto recordamos las causalidades de ese día y siempre me pregunta entre risas si ya le entré a algún pony.
jamás le respondo.
angustia
es un nudo en el estómago?
son ganas de llorar?
es una mano que escribe no tan rápido como fluyen las cosas en el cerebro y no hay tiempo de esperarla así que solo podemos pensar y tal vez llorar?
no sé
son ganas increíbles de ser?
son ganas increíbles de ver?
son ganas increíbles de estar?
son ganas increíbles de creer?
no sé
quiero estar y llorar
y que esté todo bien pero esta angustia
que no sé si es
amenaza con sacarme esto y borrarlo
arrancarmelo, sacarte
y no quiero
no sé si puedo y lo peor es pensar
que vos querés
y podés.
lunes, 19 de mayo de 2014
tengo algo
No sé, creo que tengo miedo. Podría ser otra cosa pero estoy casi segura que es eso y la verdad no sería raro pero no sé.
Me la paso pensando que hago cosas de más (o de menos) pero de menos es peor porque me siento obligada a ser más demostrativa (cosa que en teoría quiero) y cuando lo hago me siento en offside y lo peor es que siempre supe que quedaría en offside. Tal vez es ese vicio de la profecía autocumplida y mi manía de volver raras las cosas intentando -justamente- todo lo contrario. No sé.
¿Queda mal si pregunto? Sí. Soy un ser molesto que pregunta cosas que todos ya parecen saber y parezco todos los días un poco más idiota.
¿Puedo preguntar igual? No. Bah, podría, pero 'offside' quedaría corto y ya lo sabemos.
¿Queda mal si extraño? ¿Qué clase de pregunta es esta? Mejor callate y seguí soñando en blanco y negro que ahí te va mejor.
me olvidé de contarte, soñé otra vez con vos. esta vez me tapabas los ojos para darme un regalo y de mi boca salía como un algodoncito que era rosa, creo que flashé los conejitos de Cortázar, pero bueno, en fin, nos reíamos y reías, me sonreías y yo medio que me derretía, me fundía de sentirme tan feliz denserio, y sacabas unas hojas y un paquetito, y me tapabas los ojos de vuelta y escuchaba tu sonrisa la escuchaba de verdad y la sentía porque apoyabas tu boca en mi cabeza mientras me decías que adivine qué había adentro del paquetito y yo solo quería decirte que no me importaba, que aunque no adivinara ya había ganado porque estabas ahí, tus manos sobre mis ojos y tu sonrisa en mi cabeza.
lunes, 12 de mayo de 2014
there is a light that never goes out
Mi primera experiencia real y auténtica con los Smiths fue a los 15 años más o menos. Un día cualquiera en el que decidí conscientemente escuchar un disco de ellos. El elegido fue The World Won’t Listen (pensamiento recurrente en mi cabeza para esos lentos 15 años) y obviamente fue amor a primera escuchada porque a esa edad los Smiths pueden ser lo mejor que te puede pasar: lo trágicamente hermoso en todas sus letras. El pesimismo pseudo-adolescente, el amor en cada una de sus formas, la belleza en lo horrible, el tedio de lo cotidiano, la vergüenza, las ganas de morir, todo: la perfecta banda para esos años y para todos los demás que le siguen.
Aún así, There is a Light That Never Goes Out me daba cosita. La música es casi alegre, festiva y en el estribillo parece gritar felicidad (alla Smiths, claro está) pero la letra habla de querer morirse atropellado por un colectivo de piso doble, seamos realistas.
Take me out tonight
Where there's music and there's people
And they're young and alive
Driving in your car
I never never want to go home
Because I haven't got one
Anymore
Take me out tonight
Because I want to see people and I
Want to see life
Driving in your car
Oh, please don't drop me home
Because it's not my home, it's their
Home, and I'm welcome no more
And if a double-decker bus
Crashes into us
To die by your side
Is such a heavenly way to die
And if a ten-ton truck
Kills the both of us
To die by your side
Well, the pleasure - the privilege is mine
Take me out tonight
Take me anywhere, I don't care
I don't care, I don't care
And in the darkened underpass
I thought oh God, my chance has come at last
(But then a strange fear gripped me and I
Just couldn't ask)
Take me out tonight
Oh, take me anywhere, I don't care
I don't care, I don't care
Driving in your car
I never never want to go home
Because I haven't got one, da
Oh, I haven't got one
And if a double-decker bus
Crashes into us
To die by your side
Is such a heavenly way to die
And if a ten-ton truck
Kills the both of us
To die by your side
Well, the pleasure - the privilege is mine
Oh, there is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out
There is a light and it never goes out...
Tal vez no supe interpretarla, o tal vez la interpreté tan correctamente que el miedo era a mi propia realidad y la voz de Morrissey una pastilla para salir de ese sueño.
Mi casa ya no era mi casa, el hogar no existía y la escapatoria solía ser un auto que venía al rescate. Un auto que me llevaba donde había gente, gente joven y viva, gente que bailaba y escuchaba música todo el día y yo no quería irme, no quería bajar del auto nuncajamásnunca. Pero había que volver, bajar y entrar.
Morir al lado de la persona que amaba no me convencía mucho, o al menos no de esa manera premeditada. Me resultaba (y resulta) difícil identificarme con esas ganas de arrastrar a alguien con la propia miserabilidad, no me parecía justo.
Al conductor del auto tal vez sí.
El tiempo pasó y cada tanto recuerdo esas cosas que se me cruzaban, y las leo y quiero abrazarme aunque no me entienda esas ganas de querer a alguien aunque esté o haga mal. Supongo que forma parte de ese círculo vicioso del que todos somos parte alguna vez o no y solo generalizo por mí.
Si pudiera estar con mi yo de 16 años la abrazaría muy fuerte, le aconsejaría algunas cosas sobre mamá, otras sobre ese chico y le diría que la parte importante de la canción no es el estribillo con sus ganas de morir privilegiadamente de la mano con esa persona ni nada de eso, la parte importante de la canción es ese verso, ese coro que la voz de Morrissey repite como un arrullo, como un rezo infinito que se pierde entre las notas y luego en el silencio y que no por nada es el título.
Me diría ‘tranquila cronopia, there is a light that never goes out’.
martes, 6 de mayo de 2014
cómo
casi siempre soy optimista y confío en las cosas y el porvenir, el problema son los casi nunca ocultos en la sombra de los casi siempre. se sienten terribles.
será porque esos casi siempre no son tan fuertes como los casi nunca.
lo que sería otra forma de hipocresía.
domingo, 4 de mayo de 2014
dejame hacer lo que quiero
dejame, dejame hacer lo que quiero repite una y otra vez en mi oído como un mantra, como un ruego y una orden al mismo tiempo y no hay nada en mí que quiera negarse a su pedido. me dejo ir un poco bajo la calidez y presión de su piel contra la mía, las respiraciones entrecortadas y aceleradas como luchando pero en una lucha que es espera y entrega al mismo tiempo. no hay poder de uno sobre el otro, no es dominación: ambos reclamamos lo que es nuestro y de los dos.
dejame, dejame hacer lo que quiero vuelve a repetir y esta vez parece que se lo dijera a sí mismo pero mirándome a los ojos, llenando los pocos vacíos que pudiera haber entre los dos. yo no ofrezco resistencia alguna ni quiero, no me interesa. quiero que haga lo que quiera. quiero que esté ahí como está ahora, reclamando para sí ese último lugar donde todo es un mundo de sábanas, brazos, sueños y piernas enredadas. quiero que haga lo que quiera porque es lo que queremos los dos; queremos hacer lo que queremos y queremos mucho.
dejame, dejame hacer lo que quiero y esta vez sus palabras salen ahogadas contra mi cuello. estamos estamos estamos haciendo lo que queremos y está bien pero no es necesario decirlo, se lo ve, se lo siente. las sombras empiezan a tomar color y todo está bien. todo es correcto y somos plenos y después de un diálogo entre bocas mudas y ojos que se cierran llega el sueño y el despertar en el mundo real, que no parece mundo y es menos real que eso.
Y los pensamientos están ahí, girando en la cabeza durante tanto tiempo que son producto primario de sueños en blanco y negro con sombras a color.
[silencio]
Hay veces en las que simplemente no hay nada que decir, y ese es el problema: hay algo, no hay nada. Qué se debe hacer en momentos así escapa de mí; por lo general se dice nada porque el silencio es un gran amigo. Se debe rogar entonces que el otro acepte y entienda, y que tal vez incluso sea amigo y acompañante suyo.
El silencio es y fue un compañero casi corpóreo en mi vida. De chica me encerraba en la pieza a leer durante horas, o dibujaba tirada en el piso. Años más tarde eso no cambiaría demasiado pero se le había agregado el vicio de escribir cosas en cualquiera fuera el papelito que se cruzara. Años después estuvo ese fin de semana en el que no pronuncié palabra alguna casi sin darme cuenta, dialogando en silencio conmigo misma, el frío, el café y la brillante presencia de la pantalla de la computadora que me otorgaba la facilidad de sumergirme en varios mundos y ninguno a la vez.
No fueron días de provecho, simplemente fueron días silenciosos. No avancé en nada, no repensé grandes problemas, no solucioné traumas, no modifiqué hábitos destructivos: simplemente estuve callada porque estaba sola y no quería estar de otra forma. No salí de compras jugando a la economía de guerra con la comida que había y agradeciendo esa costumbre horrible que tenía de guardar atados con uno o dos cigarrillos sueltos dentro por toda la casa. No atendí llamadas, no contesté mensajes, no atendí el portero. Tampoco lo hice adrede: primero simplemente no tenía ganas de leer un mensaje, después me daba fiaca levantarme y atender y así con todo. Pequeñas decisiones que iban formando una mucho más grande sin que yo lo notara hasta mucho más tarde. Tres días así. ¿Qué pasó? Nada. El mundo siguió igual. Como siempre.
Y yo también.
El lunes a la tardecita, primer día oficial de esas vacaciones de invierno, salí a caminar un rato y comprar cosas. Caminé por la avenida metiendo la cabeza dentro de la bufanda, puteándome por olvidar los guantes en casa, las manos desnudas y congeladas dentro de los bolsillos del tapado, las zapatillas de lona mojadas por ir distraída y pisar esa baldosa floja que siempre olvidaba esquivar. Cuando finalmente llegué al kiosko y me disponía a pedir los cigarrillos me di cuenta (ahí ahí en ese momento) que no había hablado en todos esos días y que tenía que preparar la garganta, silenciada durante todas esas horas para decir ‘Dos Gitanés, por favor’. Paré, me quedé clavada en el piso, a un paso de la ventanita llena de stickers de caramelos, jugos y helados, el dedo a centímetros del timbre.
No podía ser, no. Imposible. ¿Realmente no había hablado todos esos días? Pensé, intenté recordar ¿me habían llamado por teléfono? Sí. ¿Había atendido? Creía que no. Lo mismo con los timbrazos al portero eléctrico o el tururú ese de Skype. Nada, ni una sola palabra.
Empecé a desesperarme, de repente era totalmente necesario haber hablado aunque sea sola, la idea de no haberlo hecho me perturbaba a sobremanera, y más aún la sola idea de romper ese silencio de tres días para pedirle al kioskero del barrio dos atados de cigarrillos. Me parecía horrible, la sensación era pesada. El silencio me había acompañado todos esos días y parecía ilegítimo regalarlo de manera tan burda.
Bajé la mano que estaba casi sobre el timbre, di media vuelta y corrí a casa.
Tenía un terrible tesoro, un tesoro muy pesado y no tenía con quién compartirlo.
jueves, 24 de abril de 2014
juguemos a todo
juguemos
juguemos a lo que podría ser
es y será (o no)
a que me enseñes formas nuevas de leer
con las manos, los ojos, la boca.
juguemos a que no nos vemos
y tenemos que gritar, reír y dormir
mientras nos escondemos de nosotros
del resto, de las ventanas y el sol
y nos exponemos al otro.
juguemos a que la noche no tiene fin
a que podemos repetir los juegos una y otra vez
que no tenemos sueño, ni estamos cansados
y queremos reírnos y jugar y contarnos secretos
porque el mundo será eso por un tiempo.
porque sos especial quiero jugar
sos especial denserio.
porque si hay algo que quiero es eso
ese mundo alterno que nos sacude
y revive cosas alrededor. lo sé.
fue y es otoño y será invierno
y los ciclos pueden recomenzar
al igual que las nuevas formas de jugar
y conocer(nos)
conocerte(me).
lunes, 14 de abril de 2014
common people
pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp pulp
Ahora que llamé su atención, les voy a hablar de Pulp, o un poco más específicamente de la gente común.
Pulp es una zarpada banda pop, puro pop del bueno buenísimo. Una de esas bandas que mandan una musiquita bien pegadiza y al mismo tiempo te destruyen la mente con unas letras terriblemente melacólicas u oscuras. Todo muy Ingletarra en los 90'.
Common people es como un himno, y no digo que Pulp sea una banda bolche, pero la canción al menos es sensible a la diferencia de clases, (no por nada el disco del cual forma parte es Different Class) es un grito desesperado a un sistema de mierda y una casi cómica observación de como para los 'aburguesados' la gente común es un bichito simpático y la vida común una aventura, unas vacaciones pasables.
She came from Greece she had a thirst for knowledge,
she studied sculpture at Saint Martin's College,
that's where I,
caught her eye.
She told me that her Dad was loaded,
I said "In that case I'll have a rum and coca-cola."
She said "Fine."
and in thirty seconds time she said,
"I want to live like common people,
I want to do whatever common people do,
I want to sleep with common people,
I want to sleep with common people,
like you."
Well what else could I do -
I said "I'll see what I can do."
I took her to a supermarket,
I don't know why but I had to start it somewhere,
so it started there.
I said pretend you've got no money,
she just laughed and said,
"Oh you're so funny."
I said "yeah?
Well I can't see anyone else smiling in here.
Are you sure you want to live like common people,
you want to see whatever common people see,
you want to sleep with common people,
you want to sleep with common people,
like me."
But she didn't understand,
she just smiled and held my hand.
Rent a flat above a shop,
cut your hair and get a job.
Smoke some fags and play some pool,
pretend you never went to school.
But still you'll never get it right,
cos when you're laid in bed at night,
watching roaches climb the wall,
if you call your Dad he could stop it all.
You'll never live like common people,
you'll never do what common people do,
you'll never fail like common people,
you'll never watch your life slide out of view,
and dance and drink and screw,
because there's nothing else to do.
Sing along with the common people,
sing along and it might just get you through,
laugh along with the common people,
laugh along even though they're laughing at you,
and the stupid things that you do.
Because you think that poor is cool.
I want to live with common people like you,
I want to live with common people like you...
¿No es durísimo todo lo que dice? Bueno, para mí al menos lo es. Y para muchos de mis amigos. Y muchas más gentes comunes.
A ver, no estoy culpando a nadie por haber nacido en una familia que afortunadamente no tuvo que pasarla feo, no: a lo que apunto es a los day-trippers, los caretas. Esos que siempre existieron, esos que ahora escuchan cumbia porque es cool, que andan despeinados porque es cool, se visten rotos porque es cool y hablan mal porque es cool. Esos que quieren vivir como vos, como la gente común. Esos que no entienden que terminar la escuela para tener que trabajar y estudiar no es opcional, esos que no entienden que uno no anda roto porque le gusta estar roto sino porque está casi empujado a estarlo, esos que no entienden que si estás tirado escuchando música y fumando no es porque es cool, sino porque no hay nada más que hacer porque estás cansado, no entienden que llega un momento en el que te tenés que peinar, cortar el pelo y conseguir un laburo para tener una vida algo menos mediocre, no entienden que tenés que bancarte toda esa mierda porque ellos NUNCA fracasan como la gente común porque no están dispuestos a tragarse la mierda de ser pobre, de bancarse todos los aspectos de la vida 'bohemia' que quieren tener, porque no quieren enterarse de que ser pobre es una mierda y no importa que visión romántica tengas del asunto, en el fondo todos sabemos que tragamos basura y tenemos que agradecerle al patrón, para después llegar a casa, esperar el fin de semana y bailar, tomar unas birras y conformarse con la complicidad de otras personas comunes.
Conocí a un pibe que quería ser común y que al igual que la piba griega de la canción, creyó que intimando con los bichitos comunes iba a sentirse menos culpable de su burbuja burguesa. Irónicamente el flaco era igual a Jarvis Cocker, el cantante de Pulp.
Al principio no supe que su personalidad estaba en construcción, pero no tardé en darme cuenta que la coraza de persona común era finita finita y conocí su afortunado pasado. A mí la verdad me interesaba muy poco que su familia tuviera plata o fueran los dueños del mundo y algo hijos de puta: uno no elige donde nace ni a sus viejos. Incluso tengo amigos con esa suerte que son comunes. En su caso, creí que sus intenciones eran reales, que quería despegarse de todo eso, que quería independizarse del ala de papi el Señor Juez. Pero no.
No pasó mucho tiempo hasta que el departamento que alquilaba junto con otro compañero le pareció feo, la cama donde dormía muy dura y la calle donde vivía muy ruidosa por la noche. Ni hablar del trabajo (laburo de oficina, enganche de papá) que según él le exprimía la creatividad: me lo dijo un día casi llorando, mientras soltaba cada tanto un 'no puedo más, no puedo más, ¡¿cuándo se va a terminar todo esto?!' Lo miré muy tranquila y le dije que tal vez nunca terminaría. Es así; uno hace lo que puede pero no siempre alcanza. Lo único que nos mantiene en nuestras tareas es la leve esperanza de poder hacer algo que nos guste y no nos exprima tanto, pero lamentablemente no siempre sucede.
Le expliqué que lo entendía, que me pasaba lo mismo pero que no nos quedaba otra, teníamos que pelearla, estudiar, trabajar, recibirnos, pegarla en algún lado y seguir peleándola. Me miró con los ojos azules completamente desencajados y después de unos minutos me dijo que para él no era así, que él sí tenía otras opciones.
Esa fue la última noche que pasó en el departamento, dejando completamente solo a nuestro amigo que por un tiempo tuvo que trabajar el doble para pagar un espacio que era demasiado grande para él solo, cosa que al careta no le importó.
Él quiso ser común: rió, cantó, bailó y fumó con gente común, con nosotros los fracasados que estamos condenados a laburar, estudiar y vivir. Pero no le llegó.
Ser común no es para cualquiera, claramente.
viernes, 11 de abril de 2014
confianza
confiar
verbo intransitivo
- 1.Demostrar confianza (esperanza firme) hacia una persona o una cosa."confiamos en su capacidad para sacar adelante este departamento; confío enque no llegue tarde; no tenía muchos deseos de unirme a ellos, pero confiaba enla sabiduría que hasta el momento había demostrado mi acompañante"
- 2.verbo transitivoDejar una cosa al cuidado de alguien, especialmente en quien se tiene confianza."le confiaron la dirección de la obra; me confiaba consignas y documentos sellados"
- 3.Comunicar [una persona] a otra en quien se tiene confianza, sentimientos, ideas, etc., de forma reservada o secreta."me confió su deseo de dejar la empresa"
- 4.Dejar [alguien] que una cosa sea resuelta mediante otra, sin intervenir directamente en ello."afirmaba que lo mejor era confiar el destino al azar"
- 5.verbo pronominal(confiarse)Mostrar [una persona] seguridad plena en algo, dejando de lado toda precaución."no estudió, se confió demasiado y no aprobó el examen"
confianza
nombre femenino
- 1.Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea."tengo plena confianza en sus capacidades; la confianza que ha depositado el presidente del club en el entrenador ha fructificado; la confianza en un mercado seguro fue también suficiente estímulo para que los campesinos se arriesgaran a comprar los terrenos ofrecidos"
- 2.Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida."inicia el ascenso con gran confianza; ante el examinador es aconsejable demostrar confianza controlando el nerviosismo"
- 3.Familiaridad, naturalidad y sencillez en el trato, propias de la amistad o el parentesco."puedes hablar tranquilamente, aquí estamos en confianza"
- 4.Acto que denota mucha familiaridad, a menudo excesiva."con él sí que puedo permitirme estas confianzas; se tomó demasiadas confianzas conmigo; me tomé la confianza de contestar al teléfono en su casa"
- 5.Se aplica a la persona en quien se puede confiar."ser digno de confianza; el abogado, su hombre de confianza, defendía los intereses familiares"
- 6.[cosa] Que inspira confianza o seguridad."un producto de confianza; no era amor repentino, era ansia de cobrar relieve ante quien le había abierto un crédito de confianza"
sinónimos: fiable - 7.Se aplica a la persona, especialmente al amigo, con quien se tiene un trato de amistad más familiar."malvivía alquilando a sus amigos de confianza el cuchitril"
- 8.De forma reservada."te digo, en confianza, que ya sé quién ha sido"
- 9.Situación de familiaridad, naturalidad y sencillez en el trato."no vengas con ceremonias, que aquí estamos todos en confianza"
miércoles, 9 de abril de 2014
buenas salenas II
Hola al que esté leyendo!
Amigos.
Los extraño, a cada grupo por diferentes razones y a cada uno por situaciones diferentes.
Parece que escribir sobre ellos (o más bien copiar y teclear, ya que en ambos casos son cosas viejas: lo de Nico fue en octubre y lo del casamiento también en octubre, pero de 2010!) los trajeron de vuelta. Recibí mensajes y algunos likes en fotos viejísimas, como en reclamo indirecto.
Si hay algo que no está bueno es ser una persona colgada, aunque algunos lo encuentren encantador la mayoría lo encuentra detestable. Yo misma me encuentro dividida: en los demás me parece algo casi lindo, pero en mí solo genera bronca. Y mucha.
Si estoy subiendo muchas cosas últimamente es porque bueno, tengo ganas de leer cuadernos viejos y empezar nuevos, y quiero que algunas cosas sean amigas de este lugar, espero sepan entender.
Les dejo un abrazo.
Les dejo un abrazo.
martes, 8 de abril de 2014
copypaste a mano
Ayer fue el casamiento de Nerina.
La ceremonia estuvo hermosa, me reí muchísimo y sorpresivamente no me dolió la cabeza al entrar a la iglesia. El padre (no recuerdo su nombre) no paraba de hacer chistes sobre el lío en se estaban metiendo Neri y Fer al ser tan jóvenes y medio que me terminó cayendo bien.
Juanki fue el que más contento salió: estábamos sentados uno al lado del otro y cuando el cura tiró uno de sus chistes me miró y empezó a aplaudir, rogándome con los ojos que lo siguiera. Lo hice y en cinco segundos todos los que estaban ahí empezaron a aplaudir entre risas. Nadie notó que era la primera vez que mi amigo iniciaba un aplauso salvo yo, así que mientras aplaudíamos más fuerte que de costumbre (todavía me duele un poco la mano de tanto emocionarme) nos abrazamos en señal de triunfo. Uno de los nuestros lo había logrado. Los viejos de Ale (y Ale también, todavía no le habíamos contado) nos miraban con cara de quelespasaahoraaestoschicos. Nos contuvimos de hacer varias caras y señas a Alejo el Pendejo porque estábamos en la primera fila y no queríamos salir en los videos del casamiento de su hermana haciendo caruchas. Ganas no faltaban.
El resto fue normal, dieron el sí, aplaudimos, (no me animé a empezar un aplauso yo y me gané varios tirones de pelo de parte de Juanki por cagona) abrazamos a Neri y Fer, comentamos entre nosotros que jamás nos casaríamos (aunque después con unos vinos encima Juanki diría otra cosa) pero que estábamos de acuerdo en que a ellos esa ceremonia y celebración les quedaba bien. Después de tirarles arroz (un poco violentamente) esperamos como por una hora un taxi y al final nos terminó llevando mi vieja (con cara de orto, obvio).
Ya en el salón nos esperaba el Jiji que recién salía de trabajar. No te imaginás lo lindos que estaban los tres con sus trajes y corbatas y moños, completamente adorables. Ahí llegó también Gabi y fue casi automáticamente que Juanki y yo dejamos de estar cerca porque bueno, soy yo y sus novias me odian. Odio eso, sobre todo cuando me caen bien. Como Gabi.
Me sorprendí al ver que Ale no fue con Sofía, pero Cris fue con Jessica (LA MUY HIJA DE PUTA DE DIGNÓ A CONFESARME QUE 'ahora me caés bien, antes pensaba que eras la puta del grupo' Y NO LA MATÉ NO SÉ POR QUÉ) lo que significó un clima medio choto en nuestra mesa durante la comida porque digamos que no se la quiere mucho.
Tomamos UN MONTÓN y Donpe medio que se enojó pero vió que nos portábamos bien y desistió en su rol de padre de la novia (se descocó también, pero siempre con 'responsabilidad'). Esta vez le tocó a Candyman volcar vino en la mesa (EL MANTEL!) y el Jiji lo molestó tanto que Candy casi le pega una piña, cosas no.
Bailamos unas cumbianchas, tiramos tiritos, tocamos bajos invisibles como siempre y algún que otro tecladito compartido pero no muchos porque las chicas no entendían mucho qué hacíamos y no quería que piensen nada raro, así que bailé más con Luquita que con ellos en general.
Luca estaba precioso, el típico hermanito con su chalequito y peinadito, un amor. Me custodió toda la noche y bailó conmigo, negándose a 'prestarme' para bailar con nadie que no fueran los chicos o Donpe o una mujer. Gracias a dios existe Luca, porque el Colo estaba ahí y BASTANTE molesto.
Para la hora de la retirada Ale estaba enojado con su vieja y no quería hablar con nadie. Se había sentado en una silla en un rincón oscuro con los brazos cruzados y me hizo reír porque estaba tan en pedo que tenía cara de capricho. Obvio que fui a preguntarle qué había desatado el enojo (el por qué lo sabemos todos) pero no me dijo nada y empezó a revolear brazos y piernas y corrió para afuera, Donpe lo siguió y la paré a la vieja porque era lo último que tenía que pasar. Juanki estaba afuera despidiendose de Gabi, así que llegó a ver para donde corría Ale y lo seguimos. No sé cómo porque estabamos del orto, pero bueno.
Lo hicimos entrar de nuevo, se sentó y el quilombo empezó de parte del Jiji, obviamente recordando a sus viejos. Resumiendo, hubo otro monumento al abrazo pero de seis brazos porque Ale seguía encaprichado. Se quería ir.
Donpe me pidió por favor que acompañara a Alejo el pendejo (igual todos nos volvíamos juntos) y que lo llamara ante el menor problema, así que salimos los cuatro, pateando mientras amanecía por ese barrio que es un bardo.
Todo hubiera estado 'bien', si no fuera porque salió justo la vieja de Ale a hacer no sé qué. Cuando se le acercó, Ale empezó a llorar y a decirle que lo deje solo. Cuando intentó abrazarlo él empezó a soltarse a los manotazos, se 'sacó el saco', chaleco y corbata, los revoleó por cualquier lado y gritaba cosas que no entendíamos. En silencio levanté la ropa y fui a intentar calmarlo, pero medio que me empujó y cuando se dió cuenta que su mamá se había ido y solo estábamos sus amigos se aflojó y me pidió perdón. Esta vez el monumento al abrazo fue completo y cerramos el círculo. Al menos eso pensé.
Fue cuestión de caminar 3 cuadras para darme cuenta que ni Ale ni el Jiji estaban bien, y Juanki me miraba con carpa como consultando qué íbamos a hacer. No pude decirle nada porque la verdad es que ni yo lo sabía. Decidí optar por el silencio en el caso de Ale y un abrazo en el caso del Jiji. Caminamos, caminamos y caminamos, el sol me hacía mierda los ojos y Juanki me prestó sus lentes. Seguíamos en silencio cuando Ale habló. Nos preguntó si le dábamos la ropa, que él la quería llevar. Me acerqué y le dí las cosas que había levantado. 'Falta el chaleco, ¿dónde está?' No sabía, osea, lo había levantado, lo recordaba pero ahora no lo tenía. Se lo dije y se recontra calentó y empezó a gritar, o a gritarme mejor dicho. Me quedé congelada porque Ale jamás NUNCA JAMÁS me había siquiera levantado la voz. Miré a los chicos y ellos estaban igual de duros o más que yo. No pude evitarlo y me empezaron a lagrimear los ojos, no podía contenerme, es eso que me pasa. Y lo dijo. Sabiendo cuánto odio llorar adelante de alguien, sabiendo lo que significa eso para mí, lo dijo 'Ahh, ahora llorás, llorar no soluciona nada, dejá de hacerte la víctima porque no te va a funcionar nena'.
Contuve todo lo que le quería decir y empecé a caminar casi corriendo para el otro lado. Juanki me siguió pero no quería hablar con nadie así que corrí como una idiota. El Jiji le decía algo a Ale, quien me llamaba a los gritos pero no me dí vuelta y seguí corriendo. Antes de llegar a una avenida o algo me siguieron cuatro flacos y tuve que volver a correr, por suerte no tenía los zapatos puestos. Después un auto y justo aparecieron los chicos y se fue. Caminé rápido y ellos iban atrás, Ale pidiéndome que pare. Así todo el camino a su casa.
Cuando llegamos Juanki preparó té, nos sentamos los cuatro en la mesa redonda, pusimos los luises en el medio para juntar las reservas y uno a uno fuimos hablando de qué había pasado. Yo no quise hablar, y el que más se extendió fue el Jiji. Ale volvió a pedirme perdón adelante de todos y le dije que sí, que estaba bien.
Pero no sé, me sorprendió mucho lo hiriente que fue. Le ví en la cara que sabía que eso iba a lastimar, pero que al mismo tiempo no le importaba, que quería decirlo. Quería lastimar, quería.
Cuando decidimos acostarnos me tocó entre él y Juanki, y antes de dormirnos escuché que Ale murmuraba 'Yo también necesitaba un abrazo'.
Todo hubiera estado 'bien', si no fuera porque salió justo la vieja de Ale a hacer no sé qué. Cuando se le acercó, Ale empezó a llorar y a decirle que lo deje solo. Cuando intentó abrazarlo él empezó a soltarse a los manotazos, se 'sacó el saco', chaleco y corbata, los revoleó por cualquier lado y gritaba cosas que no entendíamos. En silencio levanté la ropa y fui a intentar calmarlo, pero medio que me empujó y cuando se dió cuenta que su mamá se había ido y solo estábamos sus amigos se aflojó y me pidió perdón. Esta vez el monumento al abrazo fue completo y cerramos el círculo. Al menos eso pensé.
Fue cuestión de caminar 3 cuadras para darme cuenta que ni Ale ni el Jiji estaban bien, y Juanki me miraba con carpa como consultando qué íbamos a hacer. No pude decirle nada porque la verdad es que ni yo lo sabía. Decidí optar por el silencio en el caso de Ale y un abrazo en el caso del Jiji. Caminamos, caminamos y caminamos, el sol me hacía mierda los ojos y Juanki me prestó sus lentes. Seguíamos en silencio cuando Ale habló. Nos preguntó si le dábamos la ropa, que él la quería llevar. Me acerqué y le dí las cosas que había levantado. 'Falta el chaleco, ¿dónde está?' No sabía, osea, lo había levantado, lo recordaba pero ahora no lo tenía. Se lo dije y se recontra calentó y empezó a gritar, o a gritarme mejor dicho. Me quedé congelada porque Ale jamás NUNCA JAMÁS me había siquiera levantado la voz. Miré a los chicos y ellos estaban igual de duros o más que yo. No pude evitarlo y me empezaron a lagrimear los ojos, no podía contenerme, es eso que me pasa. Y lo dijo. Sabiendo cuánto odio llorar adelante de alguien, sabiendo lo que significa eso para mí, lo dijo 'Ahh, ahora llorás, llorar no soluciona nada, dejá de hacerte la víctima porque no te va a funcionar nena'.
Contuve todo lo que le quería decir y empecé a caminar casi corriendo para el otro lado. Juanki me siguió pero no quería hablar con nadie así que corrí como una idiota. El Jiji le decía algo a Ale, quien me llamaba a los gritos pero no me dí vuelta y seguí corriendo. Antes de llegar a una avenida o algo me siguieron cuatro flacos y tuve que volver a correr, por suerte no tenía los zapatos puestos. Después un auto y justo aparecieron los chicos y se fue. Caminé rápido y ellos iban atrás, Ale pidiéndome que pare. Así todo el camino a su casa.
Cuando llegamos Juanki preparó té, nos sentamos los cuatro en la mesa redonda, pusimos los luises en el medio para juntar las reservas y uno a uno fuimos hablando de qué había pasado. Yo no quise hablar, y el que más se extendió fue el Jiji. Ale volvió a pedirme perdón adelante de todos y le dije que sí, que estaba bien.
Pero no sé, me sorprendió mucho lo hiriente que fue. Le ví en la cara que sabía que eso iba a lastimar, pero que al mismo tiempo no le importaba, que quería decirlo. Quería lastimar, quería.
Cuando decidimos acostarnos me tocó entre él y Juanki, y antes de dormirnos escuché que Ale murmuraba 'Yo también necesitaba un abrazo'.
Nico.
'Cierren los ojos', dijo Martín.
Le hice caso.
Eran casi las once de la mañana y yo estaba dando vueltas en la vereda. Dudaba en tocar el timbre o abrir la pequeña reja y golpear directamente la puerta.
Entrar en esa casa significaba terminar de aceptar todo y no estaba segura de salir entera de la situación.
Decidí pasar y golpear la puerta, como hacía antes.
Atendió Camila, la hermanita de los chicos. Me abrazó muy fuerte y lloró un poco sobre mi hombro. 'Te extrañamos' dijo, y me odié. Pasamos.
Le pregunté las cosas más idiotas que se le pueden preguntar a alguien a quien no ves en años. Me sentí estúpida, pero ella fue amable y me respondió cada una de las idioteces con tranquilidad, mientras me servía el té en una taza, tal y como lo hacía cada vez que iba a visitarla; como si nunca hubiera dejado de ir y ella aún tuviera 13 años.
Apareció Fernando. Flaquísimo, ojeroso y algo gris. Me vió e intentó sonreír y me llamó como solo (ahora) tres personas lo hacen en todo el mundo:
-Viniste Dee Dee.
Salté de la banqueta y corrí a abrazarlo, tropezando conmigo misma y mi torpeza. Pensé que lo quebraría de tanto apretarlo pero sus brazos cobraron vida y perdí casi todo el aire. Lloraba en mi hombro, todo un metro noventa encorvado sobre mí. Sentí un nudo en la garganta e hice fuerza. Lo menos que él necesitaba era bancarse mi llanto. Intenté calmarlo con la patética promesa de que todo estaría bien.
¿Qué es lo que va a estar bien? Nico está muerto, Nico no va a volver.
Nada va a estar bien.
'Te extrañamos', dijo ahora él, y volví a sentirme basura.
Hablamos por lo que parecieron horas, reímos y recordamos los 'viejos tiempos'. pregunté por Martín y los dos callaron. Cami apenas murmuró: 'Está en la pieza de Nico'.
La habitación estaba casi igual a como la recordaba, excepto por algunos posters nuevos y algunas fotos. Las ventanas estaban cerradas y el sol del mediodía entraba por las rendijas de la persiana. Entré y cerré la puerta.
Martín estaba recostado en la cama, mirando el techo.
-Hola Tincho.
Volteó a verme como si fuera un fantasma y volví a odiarme. Le ví la cara y tenía los ojos rojos, con algunas lágrimas a medio secarse. Lloraba en silencio. Se sentó en la cama que solía ser de su hermano.
-Hola Dee Dee.
Caminé los pocos pasos que nos separaban y me senté a su lado. Nos abrazamos, y después de unos minutos volvió a recostarse, haciéndome señas para que lo imitara y lo hice.
Hablamos de cosas poco importantes. Cada tanto hablaba de su laburo, viajes, fotos. Me señalaba algún rincón de la habitación y su voz se quebraba.
No es que empezara a llorar, es que nunca dejaba de hacerlo.
Martín no salía de esa pieza, Martín vivía a Nico en sus cosas. Martín creía que todo eso era injusto, que esas cosas no debían pasarle a un pibe de 25 años. Martín tenía razón en todo y aún así no alcanzaba.
Pero eso él ya lo sabía.
Nos pusimos a fumar en silencio. Creo que estuvimos escuchando nuestras respiraciones por al menos media hora hasta que empezó a reírse. Mucho. Y mientras intentaba contenerse se tentaba más, hasta que me contagió la risa y a los dos minutos los dos teníamos calambres en la cara y la panza de reírnos como desquiciados. Fernando y Camila golpearon la puerta preguntando si estábamos bien; Tincho -sin dejar de reír- les dijo que podían pasar.
Cuando entraron preguntando qué nos pasaba, solo pude mirar a Martín, quien reía.
Cami y Fer se acomodaron a los pies de la cama y quedamos en silencio. Otra vez.
'Cierren los ojos', dijo Martín.
Le hice caso.
Nadie preguntó nada. Nadie se movió.
Lloré a Nico en silencio. Todo era injusto, muy injusto, y no podía dejar de odiarme por ser tan egoísta al pensar en lo poco que lo había visto en los últimos dos años.
Sus hermanos llorándolo y yo pensando estupideces.
Martín empezó a hablar, y después de él cada uno fue recordando diferentes historias y secuencias compartidas. Algunas veces las voces se quebraban pero no dejaban de hablar, parecía que estaba prohibido parar de recordar.
Así el aire se fue haciendo más liviano, y a pesar de tener los cuatro los ojos rojos, llorosos e hinchados estábamos mucho mejor y se notaba.
Cuando llegó el momento de volver a casa llevaba litros de té encima, papelitos, entradas viejas, fotos, humo en la ropa, risas y recuerdos con aires nuevos.
Nico lo sabía.
domingo, 6 de abril de 2014
¿querés?
quiero romper una ventana
quiero salir gritando por la puerta
y esperar.
quiero dejar de esperar una pregunta
que jamás será preguntada.
quiero querer(te)
quiero querer(me)
quiero ver(te)
quiero volverme un cíclope
(que nos volvamos)
quiero que quieras todas estas cosas.
quiero quiero quiero
¿querés?
quiero salir gritando por la puerta
y esperar.
quiero dejar de esperar una pregunta
que jamás será preguntada.
quiero querer(te)
quiero querer(me)
quiero ver(te)
quiero volverme un cíclope
(que nos volvamos)
quiero que quieras todas estas cosas.
quiero quiero quiero
¿querés?
no sucedió jamás
Se miró las zapatillas con una creciente culpabilidad en el pecho.
Al menos así identificaba Reneé esa opresión desde chica. O como un mal presentimiento o (la mayoría de veces) simplemente un miedo atroz ante loquestáporvenir. Esta vez creyó vislumbrar algo parecido al autoodioporloqueibaahacer.
Miró por la ventana y le costó identificar si ya amanecía o si solo era el alumbrado público entrometiéndose en la habitación y sus pensamientos. 'Tal vez -pensó sin molestarse en mirar la hora- sean ambas cosas. Podría ser.' Y lejos de tranquilizarla, la posibilidad del sol afuera la puso más nerviosa aún. El corazón le latía en la garganta: debía decidirse y rápido.
La luz filtrada entre las cortinas iluminó el contorno de una espalda a su lado. Eso no ayudaba, la luz no ayudaba para nada. Si seguía su esquema debía levantarse e irse.
La noche anterior la había pasado muy bien, había sido genial, pero creyó ver implícito que no debía quedarse.
En realidad no recordaba nunca en su vida haber sentido que pertenecía a un momento y lugar, nunca había sentido que debía quedarse. Aunque esto jamás lo había hecho antes.
Era la primera vez que había roto sus propias restricciones.
Había ido.
Había hablado. (lo intenté al menos)
Había mirado.
Se había quedado.
No es que no lo hubiera pensado antes (podría quedarme) pero en cierto momento pensó en levantarse e irse. Debió decirlo en voz alta porque él le contesto que no era necesario y podía quedarse.
En ese momento, instintivamente estiró la mano hacia el vaso y mientras terminaba el vino miró a su izquierda la puerta que daba a la única habitación, donde se veía parte de un acolchado, (plaza y media, apuesto todo) en el piso un bolso y (apenas) la puntera de una zapatilla.
El último trago bajó violentamente y mientras se limpiaba la boca con la manga del saco (la puta madre no puedo ser tan imbécil tanto me pegó el vino que no puedo ni co) dijo 'bueno'.
La propuesta había sido realizada y el 'bueno' se había quedado corto comparado con la afirmación que frenó en sus labios. Se sentía suelta.
Buscó en la cara de él algún rastro de fastidio, (tal vez se siente obligado tal vez sintió que era lo que debía decir estoy a tiempo de negarme abrir la puerta saludar y tomarme un taxi a ca) pero si se sentía así había logrado ocultarlo con una cara completamente neutra.
Y todo pasó.
Ahora era casi de día, estaba con su remera sentada en la cama y las piernas meciéndose en el aire, los cordones desatados bailando a un ritmo frenético, casi tan frenético como el ritmo de sus pensamientos e intentos de recuerdos.
No por primera vez en esas horas Reneé consideró que todo eso era demasiado bueno como para estar pasándole a ella y casi esperaba que apareciera el conductor de algún programa televisivo dedicado a hacerle bromas a la gente, anunciándole que se había ganado un lavarropas de FRAVEGA, ¡GARANTÍA DE CONFIANZA!
Eso hubiera sido más probable. Más real.
(me tengo que ir ya antes que se despierte y tenga que escuchar alguna triste excusa producto del arrepentimiento no voy a poder vivir con eso además)
Que había amanecido era obvio porque podía ver casi completamente todo en la habitación.
Y esa espalda.
Dejó de sacudir los pies, se obligó a hacerlo. Buscó con la vista su ropa y mochila. Se había decidido hace mucho tiempo, pero le costaba apoyar los pies en el piso y dar el paso. En realidad lo que quería hacer era meterse adentro del acolchado otra vez, abrazarse a esa espalda, inspirar profundo y esperar (rogar rezar ojalá) que suceda lo mejor que pueda suceder.
NO. irse. ahorrarse un rechazo. trabajar. olvidar.
La garganta comenzó a apretarle. Dolía. ¿Por qué tenía que pensar tanto?
Por un momento deseó ser otra persona, otra mujer. Alguien que no tuviera miedo todo el tiempo, esos alguienes que se arriesgan porque en el fondo saben que el sufrimiento debe agotarse en algún momento. Esas alguienes, las que se quedan.
Y mientras pensaba, en medio de ese caos en su cabeza, sintió moverse el colchón. Apenas volteó y pudo ver una mano buscando.
-Hey, buen día.
Y esa sonrisa.
No pudo menos que derretirse mientras tiraba sus zapatillas en el piso, volver a su lugar y relajar cabeza, brazos y piernas en un cuerpo que parecía recibirla en armonía.
Se sintió tonta, pero feliz. Y feliz estaba bien.
-Buen día, ¿querés un té?
miércoles, 2 de abril de 2014
love> building on fire
Durante días y días tuve una banda cantándome en la cabeza, que valga la causalidad era Talking Heads.
Talking Heads es una de esas cosas que suelen aparecer y desaparecer en mi vida y siempre muy fuertemente.
Hace unos meses se la recomendé a un amigo con quien suelo compartir pareceres en las letras y cosas así; por eso mi sorpresa al percibir su sorpresa cuando le dije que 'Love> building on fire' era una hermosa canción de amor.
'¿cómo canción de amor, cronopia? más bien todo lo contrario'
Y ahí empezó un debate virtual que no voy a transcribir porque no aporta demasiado más a lo que voy a descargar por acá, pero primero:
I can't compel love, when it's not love
It's not love, it's not love
Which is my face, which is a building
Which is on fire, on fire
When my love stands next to your love
I can't define love, when it's not love
It's not love, it's not love
Which is my face, which is a building
Which is on fire, on fire
I've got two loves, I've got two loves
And they go tweet, tweet, tweet, tweet, tweet like little birds
They're my two loves
And they go tweet, tweet, tweet, tweet, tweet like little birds
They're my two loves
Count them one, two loves
Count them one, two loves
Which is my face, which is a building
Which is on fire, on fire
When my love stands next to your love
I can't define love, when it's not love
It's not love, it's not love
Which is my face, which is a building
Which is on fire, on fire
No es genial? Es tan simple, directa, sin peros.
Bueno, los 'peros' los pone uno, verdad?
La primera vez que la escuché estaba sentada en un colchón en el piso, computadora en las piernas, resaca galopante pegándome piñas en la nuca y el sol comenzando a asomarse por la ventana de mi habitación. Había escuchado uno o dos discos de Talking Heads, y de casualidad encontré esa canción, su primer single.
Play.
No recuerdo una voracidad tan grande en estado de resaca que no sea dirigida a un jugo de naranja, la puse en replay indefinidamente: ni recuerdo cuantas veces sonó. Me pareció hermosa y me sentí completamente volcada en esas palabras.
Bueno, no como ahora, eso sí. En ese momento mis mayores temores eran no poder sacarme la resaca, y mi peor duda era si debía aprender a usar Linux o rendirme.
La resaca se fue y aprendí a usar Linux.
(pero en fin)
Claramente es una canción de amor, y no lo digo solamente porque repite esa palabra en cada verso, sino porque está marcada con todas las típicas indecisiones que trae el sentimiento, incluso esa primera percepción y el no querer hacerse cargo.
Mi amigo, -a quien llamaremos S.-, utilizó como argumento a su favor la débil línea (débil como argumento) "i can't define love when it's not love" (no puedo definir al amor cuando no es amor). Me la dejó picando. ¿Quién puede (y quiere) definir al amor? ¿Vos? ¿Yo? ¿Alguien?Ya empieza afirmándolo 'when my love stands next to your love'. Listo. Ya está. Es un 'Estoy hasta las manos y creo que vos también, pero no puedo aceptarlo, por eso digo que no puedo compararlo, al principio al menos. Por eso, pienso, it's not love.
Esto no es amor, esto es mi cara, un puto edificio prendiéndose fuego, loco.'
Es LA indesición, es EL miedo, es LA inseguridad.
Es amor, cortito y al pie.
Quieras o no, lo aceptes, lo niegues, vengas corriendo de algo que dolió y/o siga doliendo, te cueste enfrentar esa palabra; ya está, no podés escapar de esto.
Bienvenido al edificio en llamas, donde los habitantes jugamos con fuego y (a veces) no nos quemamos.
Amo la versión en vivo. No es que no me guste la de estudio, pero creo que esta transmite la fuerza de la timidez y las ganas de vencerla. Disfruten.
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